23 marzo 2010

Ni viceversa

A través de la historia se nos ha hecho creer que las mujeres entendemos o debemos entender el sexo en un marco de amor, que las mujeres somos de Venus y los hombres de Marte, que el hombre ve el sexo sólo como una cuestión carnal y las mujeres como un tema espiritual, y cosas por el estilo que hacen que la sociedad se sumerja en un sinfín de prototipos dificiles de salvar.

Este tipo de pensamientos es lo que ha limitado a la mujer en su toma de decisiones, e incluso es lo que da origen a prejuicios como que la mujer es más tonta que el hombre, porque es más romántica, más sentimental y menos racional (cosa que no se por qué debería hacernos tontas, al fin y al cabo de sentimiento y sensaciones está formado el mundo). También esto ha sido un problema para ellos, pues ha significado una limitación emocional, ellos no tienen derecho a expresar sus sentimientos porque entonces son menos hombres (ya sabemos eso de que los "hombres no lloran", que alguien me lo explique, por favor). No pueden optar por externalizar su lado sensible porque los ridiculizan o piensan que son gays. (¿y eso tiene algo de malo?......) Por culpa de estas ideas, se ha idiotizado a la mujer, y se ha insensibilizado al hombre. Ellos sólo piensan, ellas sólo sienten.

Pero, como todo en esta vida, depende del cristal con que se mire. Cuando nos ubicamos en el ámbito del sexo, es posible pensar que las muejres son más humanas porque tienen claro sus sentimientos. En cambio, los hombres han sido animalizados, pues sólo responden a sus instintos de "macho".
¿Es la única manera en que debemos actuar? Claro que no.
Afortunadamente las sociedades evolucionan ,y cada vez hay más hombres que ponen al descubierto lo que sienten, como mujeres que buscan el sexo por el sexo sin necesariamente relacionarlo con el amor, sino más bien con el placer.

No es que ver el sexo como producto de una relación amorosa esté mal. Claro que no. Eso sólo le da mayor intensidad, intimidad, y para muchos y muchas, más sentido. Pero lo que es importante es que se tenga la opción de escoger. El ser humano tiene muchas diferencias con los animales entre ellas la capacidad de buscar placer sin necesidad de vincularlo con la procreación, y por lo tanto escoger cuando tener sexo y cuando no.

Así es básico que la mujer se adueñe de su deseo, que no sienta culpa o miedo por tener impulsos sexuales cuando no media el amor. Es parte de nuestra naturaleza, ¿por qué ir en contra de ella? Tanto derecho tenemos nosotras como ellos de sentir placer. Y de igual manera tanto derecho tienen ellos como nosotras de sentir amor, pero no confudamos. El amor no necesariamente implica placer, ni viceversa.


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