17 diciembre 2009

La Pasionaria



Dolores Ibarruri nació en 1895 en Gallarta, Vizcaya, en el seno de una familia pobre y numerosa. En Gallarta surge un importante centro minero, y de la mano van tomando fuerza también los movimientos obreros que defendían los derechos de los trabajadores y que se sustentaban con el comunismo. Mientras tanto, Isidora Ibárruri Gómez (verdadero nombre de la Pasionaria) había crecido y había aprendido, como en aquella época correspodía, a hacer los trabajos domésticos.

Vestida de negro siempre, Dolores aprendió costura y fue una verdadera adicta a la lectura, por lo que adquirió una importante preparación, gracias a la cual pudo llegar muy alto. Debido a sus experiencias y a lo que estaba ocurriendo en su país, Dolores se adscribió al Partido Comunista. A sus 25 años, se casa con el líder comunista Julián Ruiz, y no fue muy feliz, puesto que su marido la mayor parte del tiempo o estaba fuera o estaba en la cárcel. Pero tuvieron varios hijos, de los cuales sobreviven dos.

En 1918, publicó su primer artículo en el Minero Vizcaíno y lo firmó con el seudónimo de La Pasionaria, de ahí que se le conozca por este nombre. Y así se inició su gran acción social. Moviliza a los trabajadores, participa en manifestaciones y en 1930 es elegida miembro del Comité Central del Partido. El comité la envía como delegada al III Congreso del Partido Comunista Español. Por esta época se separa de Julián y se va a Madrid donde será escritora en el diario Mundo Obrero. En 1932, la nombran durante el IV Congreso responsable de la Comisión Femenina del Partido.

Debido a sus fuertes y punzantes discursos, y a su activa militancia en las manifestaciones comunistas es encarcelada varias veces y perseguida por las autoridades. Poco tiempo después destaca en las Cortes Constituyentes de la República Española. En ese momento, viaja por primera vez a Moscú donde se entrevista con José Stalin. En 1934, preside el I Congreso del Comité de Mujeres, y luego participa en el Congreso Mundial de Mujeres en París. Debido a su gran participación política, no tiene tiempo suficiente para sus hijos, por lo que los envía a estudiar a Rusia.

Durante la Guerra Civil Española, su actividad fue fundamental, pues hablaba al pueblo, escribía, publicaba discursos y se desplazaba al frente. Fue aquí en este momento, donde se hizo célebre su frase "Antes morir de pie que vivir de rodillas", aunque esta frase esté ligada, equivocadamente, al Che.

Al año siguiente de la muerte del General Franco, Dolores decide regresar a España. En ese momento tiene 80 años, de los cuales 38 los ha vivido en el exilio, lejos de la tierra que la vio nacer. Al final de su vida, participa en la manifestación que hacen las madres de la Plaza de Mayo en Argentina. La Pasionaria nunca abandonó su actividad y murió en 1989, año en que cayó irónicamente el Muro de Berlín, a la edad de noventa y cuatro años y en su ciudad natal.

Esta gran mujer es recordada por poetas del nivel de Rafael Alberti, Antonio Machado y Miguel Hernández. Además, sus múltiples publicaciones como "Me faltaba España" de 1984, "Pasionaria, la lucha y la vida" de 1985, y "Memorias de Dolores Ibarruri" entre 1936 y 1977 dejan un buen rastro de lo que fue su lucha por los ideales socialistas de igualdad y de derechos para los oprimidos.

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