02 noviembre 2009

La santa laica


En las viejas crónicas se dice que fue la primera universitaria española, aunque en verdad acudía a las clases de Derecho en Madrid disfrazada de hombre, dado que las mujeres en esta época tenían vedada la educación universitaria.
Concepción Arenal nace en Ferrol en 1820, y muere setenta y tres años después, el 4 de febrero de 1893, en Vigo.

Esta ilustre mujer se especializa en temas penales, concretamente en criminología, y defiende la causa de la mujer, considerándola un ser humano al que hay que ayudar. Se convierte en conocedora del horror que se vive en las cárceles de mujeres, la miseria de hospicios y manicomios, siendo nombrada visitadora de cárceles de mujeres en 1863.
A Concepción Arenal, una de las primeras feministas de la historia y trabajadora social, la llaman la santa laica. Luchó para ayudar a que la sociedad en la que vivía fuera más justa, más generosa, más igualitaria.
En su tumba fue grabado el lema que la siguió a lo largo de toda su vida: “A la virtud, a una vida, a la ciencia”.

A esta mujer le debemos frases como esta: “La sociedad no puede en justicia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano”, con la que por supuesto, me encuentro completamente de acuerdo, ¿quién es nadie para prohibir el desarrollo de la intelectualidad de otras personas?....

En mi opinión, a mujeres como esta le debemos el gran orgullo de poder desarrollarnos a día de hoy como lo hacemos, y si bien es cierto que aun nos queda mucho camino por recorrer, también es cierto que siglos de opresión hacia el género femenino comenzaron a desmoronarse cuando afortunadamente personas así comenzaron la lucha.

Bravo, bravo y bravo.

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